28/2/12

BUENO O MALO, OCULTO NO ES


“Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que son de otra manera, no pueden permanecer ocultas.” (1 Timoteo 5:25)

Todo lo bueno o malo que hagamos, un día saldrá a la luz, pues nada puede permanecer oculto.

Dios, es un Dios de justicia, que si bien es cierto que es amplio para perdonar y olvidar el pecado del remanente de su heredad también es un Dios celoso y justo.

Vallamos a  la historia de David y echemos un vistazo a lo que nos dice la Biblia acerca de él.  Cuando peco al estar con Betsabé, él hizo todo lo posible para que su pecado fuera encubierto, hasta llegar al grado de asesinar a Urías, el esposo de Betsabé, no sabemos que habrá pasado por la mente de David, pero si sabemos que Dios que es Omnipresente (que esta en todo lugar) lo estaba viendo, y ¿sabes? Dios no paso por alto ese pecado, pues lo disciplinó, si y aunque te suene raro, la disciplina llegó 9 meses después, al morir su hijo, como producto del pecado.

Ese Dios justo, es el mismo ayer, hoy y siempre, es aquel que te ve cuando le contestas mal a tus padres, aquel que te ve cuando en tu corazón estas ofendiendo a uno de tus hermanos, cuando ves todo negativo, y piensas que Dios es injusto porque te pasa lo peor, porque no te puedes comprar los zapatos que tanto te gustan, es el mismo que te ve cuando has tomado 50 centavos. ¿Te da risa? Recuerda que para Dios no hay pecados grandes ni chiquitos, sino son lo mismo, así es que es como si te hubieras robado todo un banco, pero bueno ya no sigo creo que nunca terminaría de escribir todo lo que hacemos olvidándonos de que Dios nos ve.

Pero te comparto mi experiencia, cuando nos olvidamos de nosotros mismos, es decir dejamos de ser tan egoístas y volteamos nuestra mirada hacia Dios, para ver cuan triste se ha puesto por lo que hemos hecho y cansados de la  lucha que por gusto hemos querido enfrentar solos y nos volvemos a Dios en oración, ruego, llanto y humillados totalmente ante su bendita presencia, él con un corazón tierno, amoroso nos perdona y nos consuela, y esto no significa que nuestro pecado no valla a ser descubierto, sino que ahora regenerados podemos aceptar con humildad todo lo que venga de su mano.
Escrito por S.C.P.

21/2/12

EL DESEO DE UN PADRE

Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí. (Génesis 11:31)

¿Qué estaría pasando en Ur? ¿Por qué Taré decidió salir de este lugar? ¿Qué buscaba Taré? Como estas preguntas hay más que nos podríamos hacer respeto a la decisión de este varón, ya era un hombre grande ya tenía un nieto, sus hijos ya habían formado un nuevo hogar, pero el al salir se llevó a sus familiares.

En Ur de los caldeos, era para nosotros una ciudad grande donde existía la comodidad, el bienestar y el avance tecnológico, pero Taré algo vio mal, que lo obligo a salir, el tener que huir de ese lugar,  sería que ya no temían a Dios, se habían olvidado de su Creador, y  hacían otras cosas apoyándose en sus fuerzas, habilidades y conocimiento. Abram salió, y tiempo después que su padre murió, él no regreso ni su sobrino hasta que un día Dios le llamo y le dijo: “que saliera…” nuevamente la necesidad de salir pero aquí se remarca para recibir una bendición.

Hoy donde el hombre encuentra  una estabilidad como una comodidad, puede ser el lugar más peligro para la familia rodeada de delincuencia, la inseguridad, el paganismo y tantas cosas. ¿Será necesario salir? Analicemos cual es la preocupación de los Padres actualmente, ciertamente el bienestar de sus hijos como Taré lo tenía, pero observemos a Abram, él no se reusó al contario obedeció, y al obedecer y creer que era necesario salir, Dios lo llamó, lo había escogido, le dio un nuevo nombre Abraham, fue grandemente bendecido. Y todo  esto lo recibió al creer y obedecer.

El deseo de tu Padre celestial, es el salir de todo lo que no te ayudará, no te convendrá, y te invita cariñosamente a creer en su palabra, él te desea encaminar por el sendero del bien, y él te los mostrará a través de su único hijo Jesús, quien abrió ese camino, mostrando lo que hay que hacer, en nosotros queda el obedecer… si lo haces encontrarás grandes bendiciones… fácil no será pero solo nunca estarás, pues Cristo Jesús a tu lado estará, si crees que él es tu Señor y Salvador.

No te conformes en pertenecer al mundo, cuando puedes ser heredero de los cielos, no prefieras la comodidad actual en el mundo cuando puedes disfrutar de las bendiciones de Dios por la eternidad. El quiere darte un título especial como se lo dio a Abraham. “el amigo de Dios”, “el padre de la fe”.

¿Escucharás el consejo de un Padre amoroso, preocupado por tu futuro?

13/2/12

¡DESPERTAD! ¡DESPERTAD!

“¿Quién  de vosotros oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará respecto al porvenir? (Isaías 42:23).

Este era el problema de todos los días ¡tener que levantar a los niños temprano!, su madre intentaba de todo, dormirlos temprano, hablarles más temprano, usar diferentes despertadores, hasta echarles agua y en muy pocas veces funcionaba, pero ellos siempre solían levantarse tarde y como consecuencia llegar tarde a la escuela.
Pobre madre era pesado su labor, pues no solo tenía que levantarse temprano para tener todo listo (el desayuno, planchar los uniformes, limpiar la casa) sino encima tenía que hacer todo lo posible para que sus niños despertaran a tiempo.

La madre nunca dejo de hablarles a sus hijos, y aunque no siempre lo conseguía nunca dejo esta tarea de procurar que sus hijos estuvieran listo para ir a la escuela.

Puede que sea un relato muy simple para ti, pero te invito analizar lo siguiente:
Dios como esta madre ha buscado despertar a todas la humanidad, de su gran mal, ¿Cuál? de alejarse de él, de no obedecer sus normas, de no honrarlo, y no hacer lo que es bueno, sino todo lo contrario, pero él no se rinde de hacernos despertad sino usa tantas formas: una enfermedad, un problema, una muerte cercana, un accidente un sismo, un terremoto, un tsunami, etc. y ¿sabes por qué? Él desea que abras los ojos, ¡que despiertes! Y lo hace porque te ama, y no desea que sufras las consecuencias de quedarte dormido.

Escuche y tenga presente esto: “DESPIÉRTATE, TÚ QUE DUERMES, Y LEVÁNTATE DE LOS MUERTOS, Y TE ALUMBRARÁ CRISTO”.