HISTORIA

                           
En la antigüedad para poder llegar a puerto seguro, se necesitaba mucho de la habilidad y ingenio del capitán de cada embarcación, pero como por lo regular siempre las horas de llegada eran demasiado tarde a pesar de salir bien de las tempestades de alta mar no era así al aproximarse al puerto debido a al poca visibilidad, trayendo como consecuencia que no vieran las rocas y se hundiera, hasta que a perecieron los "faros".

Pero no siempre prevenian un accidente, así que con el tiempo en cada puerto se considero tener dos faros uno que indicará el puerto seguro (Faro principal), y uno cercano (Faro menor), el cual le ayudaba al navegante, hacer una triangulación de tal forma que el faro del puerto le marcaba el camino seguro apoyado del faro menor, ¡garantizando su llegada!.

Bueno pensando el en este faro menor surgió nuestro sentir de aquellos que conocemos a Dios y que se nos da un trabajo guiar a los demás a la luz, a la verdad, es decir a Cristo a través de mostrarles con nuestro ejemplo, que por Cristo Jesús hoy podemos reflejar está luz, y tener como nuestro lema esta cita Filipenses 2:15.