30/5/11

¡Libre del Pecado!


Hoy pensaba como Dios nos puede utilizar y es maravilloso meditar en que el Señor se deleita en escoger a lo peor del mundo, a lo vil, para trabajos que solo nosotros podemos realizar y ésto no por nuestras capacidades, sino debilidades.

He de confesar que a veces no entiendo a mi Señor y llego incluso a preguntarme ¿Por qué mirarme a mí? ¿Por qué utilizarme de ésta manera? Aun que no lo entiendo deseo poder ser útil.

¿Cuántas veces te has sentido indigno, sucio, inservible, delante de él, tanto que te a vergüenza estar en su presencia? Quiero decirte que yo también me he sentido así algunas veces, pero también eh experimentado la inmensa misericordia que Dios me ha mostrado después de sentirme tan vil.

Es que el amor y la gracia de Dios es capaz de cubrir el más sucio pecado y es capaz de darnos su perdón sin reproche alguno.

¿Por qué entonces, sentirme así? Es que el Señor nos perdona, pero las consecuencias del pecado quedan ahí. Y ¡que bueno que quedan ahí! Porque si así no fuera, siempre caeríamos en el mismo pecado. Y es en esos momentos cuando el enemigo viene a acusarnos, o introduce en nuestra mente que el pecado que hemos cometido es más grande que el amor que Dios pueda sentir por nosotros, pero ¡gloria al nombre de Dios! porque ésto es una gran mentira del enemigo.

Pues su palabra nos dice: "Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo( por gracia sois salvos)".

Y si eso lo hizo estando muertos en pecados, ¿no vendrá su perdón siendo sus hijos? Por supuesto que si, solo que así como David después del pecado que cometió con Betsabé, tenemos que llegar delante de Dios, y con un corazón contrito y humillado decirle: "Lavame más, y más de mi maldad y limpiame de mi pecado, porque yo reconozco mis rebeliones...purificame... y seré limpio...lavame y seré más blanco que la nieve" Salmos 51.

Así, que cuando el enemigo venga a meter pensamientos que te hagan alejarte más de Dios; recuerda: "La gracia y el amor de Dios es capaz de cubrir mi más sucio pecado" y ven delante de Dios y confiesalo y arrepiente de tu maldad y vendrán tiempos de refrigerio.

Y si tú querido lector, has tenido la dicha de no pasar por nada de ésto, dale gracias a Dios y eleva una oración por aquellos que sienten las cadenas del enemigo.

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