"Y a vosotros,...así ha dicho Jehová el Señor: Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, si es que a mí no me obedecéis; pero no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos. Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas."
EZEQUIEL 20:1-44
¡Que fácil! es decir: ¡Te amo!, ¡Perdóname!, ¡Me arrepiento!, ¿Cuántas veces lo has repetido? Quizá sean muchas, quizá sean pocas, el tan solo haberlo dicho una vez es tan significativo, pero ¿para quien lo es? ¿Quién se beneficia con estas palabras? La verdad es que nadie, solo aquel que lo demuestra es capaz de quedar beneficiado y beneficiar a aquella persona a quien se lo demuestra.
Es curioso, pero la mayoría de las personas solo nos quedamos en palabras, piensa, ¿cuántas veces le has dicho a Dios que lo amas? ¿Lo piensas demasiado? Ahora piensa ¿cuántas veces le has demostrado a Dios que lo amas? ¡Ojala tengas una respuesta.!
¿Sabes cuántas veces te ha dicho Dios que te AMA? Lo hace a cada instante, en tu respirar, en tu caminar, en la naturaleza tratando de conquistarte, en tus momentos de alegría, en tu comunión con él, y aun te dice que te ama en los momentos de dolor, pruebas o tentación.
Pero, ¿cuántas veces te ha demostrado Dios que te ama? Desde antes de la fundación del mundo, Dios trazó el plan de salvación para la humanidad, la más grande y sublime muestra de amor, se llevó a cabo en una cruz, los clavos y espinas fueron testigos del sufrimiento. El Hijo de Dios, el Altísimo, el Santo Cordero, estaba dando su vida para que tú y yo pudiésemos entender el verdadero significado del amor. Para el no solo fueron palabras… tú ¿sólo dices palabras o lo demuestras con hechos?
Escrito por S.C.P.